viernes, 1 de noviembre de 2013

Terapia infantil

¿En qué consiste una terapia infantil?
La terapia infantil es la manera en que los psicólogos infantiles ayudamos a los niños y las familias que necesitan un apoyo profesional especializado para superar una determinada dificultad puntual o mejorar la calidad de vida de niños con problemáticas prolongadas, ya sean emocionales o de desarrollo.
Favorecemos el desarrollo y el bienestar del niño y su familia, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.
Los psicólogos van trabajando con el niño los diferentes aspectos de su problemática a través del juego y la interacción recíproca entre ambos.
La terapia parte de la concepción que el desarrollo psicológico y global del niño se encuentra en la interacción del individuo con su ambiente y en especial con sus figuras referenciales, estableciendo posteriormente una relación que con lleva pasar del conocimiento y emoción de sí mismo (mente y cuerpo) al conocimiento y sentimiento sobre el mundo externo.
Dicho de otro modo, conforme el niño controle, comprenda y sienta la propia actividad corporal, mental y emocional de forma sana o terapéutica, podrá pasar a mejorar o dominar los hábitos neuromotrices, a estimular los aprendizajes y las capacidades psíquicas que constituyen la base del pensamiento, y a desarrollar el equilibrio emocional necesario en su vida cotidiana.
El niño recibe esta ayuda en diversas sesiones de una hora de duración, de manera individual o grupal según sus necesidades.
La frecuencia de las sesiones y la duración de la terapia depende de la gravedad y el tipo de alteración o trastorno.
Los ejercicios, actividades y juegos que se planteen, estarán siempre adaptados a su momento evolutivo, nivel de capacidad y personalidad, partiendo de cómo es él y de lo que él sabe hacer, incentivando la ilusión y motivación del niño por aprender a mejorar y obtener bienestar
¿ Por qué acudir a un terapeuta infantil?
En estos periodos tan importantes y críticos, como son la infancia y la adolescencia, aparecen todas las adquisiciones básicas fundamentales:
  • el vínculo afectivo con la madre y el padre
  • el lenguaje y la estructuración del pensamiento
  • los aprendizajes básicos
  • el desarrollo de la personalidad
  • y muchísimas otras que van a continuar evolucionando años después.
Se sabe científicamente que, tanto estas adquisiciones como todo lo que le ocurra a una persona en su infancia, marcarán positiva o negativamente toda su vida y la de su entorno, y por esta razón deben quedar fijadas adecuadamente.
Por ello, una intervención a tiempo asegura el bienestar personal y familiar.
Cada día los padres y madres detectáis mejor la aparición de posibles dificultades por la sensibilización social hacia el desarrollo emocional sano y equilibrado de los hijos.
Por todas estas razones, los padres acuden a los psicólogos  porque desean recibir una opinión profesional que les esclarezca qué le ocurre al niño, determinar la gravedad de esos síntomas y qué se puede hacer para minimizarlos o eliminarlos. Esta intervención psicológica garantiza una vida presente y futura plena y satisfactoria.



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