¿En
qué consiste una terapia infantil?
La
terapia infantil es la manera en que los psicólogos infantiles ayudamos
a los niños y las familias que necesitan un apoyo profesional
especializado para superar una determinada dificultad puntual
o mejorar la calidad de vida de niños con problemáticas prolongadas, ya sean
emocionales o de desarrollo.
Favorecemos
el desarrollo y el bienestar del niño y su familia, posibilitando de la
forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y
social, así como su autonomía personal.
Los
psicólogos van trabajando con el niño los diferentes aspectos de su
problemática a través del juego y la interacción recíproca entre ambos.
La
terapia parte de la concepción que el desarrollo psicológico y global del niño
se encuentra en la interacción del individuo con su ambiente y en especial con
sus figuras referenciales, estableciendo posteriormente una relación que con lleva
pasar del conocimiento y emoción de sí mismo (mente y cuerpo) al
conocimiento y sentimiento sobre el mundo externo.
Dicho
de otro modo, conforme el niño controle, comprenda y sienta la propia actividad
corporal, mental y emocional de forma sana o terapéutica, podrá pasar a mejorar
o dominar los hábitos neuromotrices, a estimular los aprendizajes y las
capacidades psíquicas que constituyen la base del pensamiento, y a desarrollar
el equilibrio emocional necesario en su vida cotidiana.
El
niño recibe esta ayuda en diversas sesiones de una hora de duración, de manera
individual o grupal según sus necesidades.
La
frecuencia de las sesiones y la duración de la terapia depende de la gravedad y
el tipo de alteración o trastorno.
Los
ejercicios, actividades y juegos que se planteen, estarán siempre adaptados a
su momento evolutivo, nivel de capacidad y personalidad, partiendo de cómo es
él y de lo que él sabe hacer, incentivando la ilusión y motivación del
niño por aprender a mejorar y obtener bienestar
¿
Por qué acudir a un terapeuta infantil?
En
estos periodos tan importantes y críticos, como son la
infancia y la adolescencia, aparecen todas las adquisiciones básicas
fundamentales:
- el vínculo
afectivo con la madre y el padre
- el lenguaje y
la estructuración del pensamiento
- los
aprendizajes básicos
- el desarrollo
de la personalidad
- y muchísimas
otras que van a continuar evolucionando años después.
Se
sabe científicamente que, tanto estas adquisiciones como todo lo que le ocurra
a una persona en su infancia, marcarán positiva o negativamente toda su
vida y la de su entorno, y por esta razón deben quedar fijadas adecuadamente.
Por
ello, una intervención a tiempo asegura el bienestar personal y
familiar.
Cada
día los padres y madres detectáis mejor la aparición de posibles dificultades
por la sensibilización social hacia el desarrollo emocional sano y equilibrado
de los hijos.
Por
todas estas razones, los padres acuden a los psicólogos porque desean recibir una opinión
profesional que les esclarezca qué le ocurre al niño, determinar la
gravedad de esos síntomas y qué se puede hacer para minimizarlos o eliminarlos.
Esta intervención psicológica garantiza una vida presente y futura
plena y satisfactoria.
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